miércoles, 29 de marzo de 2017

La era de los lolitos

Cuando Vladimir Navokob publica en 1955 Lolita, causó un escándalo muy grande por el contenido temático, el incesto y la efebofilia(después llamado el mal de Lolita) no eran temas muy digeribles fácilmente. Pero de los setenta, luego ochenta, hasta la actualidad, se ha creado una cultura de La Lolita enfocada hacia los medios masivos y este personaje de la niña menor seductora, se volvió un fetiche que impulsaba el deseo de muchos consumistas. En la música, como en el caso del cine, muchas cantantes han adquirido la imagen de Lolita para causar polémica publicitaria: Avril Lavinge, Alizee, TATU, Keisha, Ashlee Simpson, Taylor Swift, Hayley Williams, e incluso Chibi, la vocalista de The Birthday Massacre.
Esto convierten a la controversia en moda, pero existe otro fenómeno social en la música que llama la atención, ya no solo hay imagen de niña inocente, coqueta para el público masculino, sino que también existe un modelo para seducir al público femenino. Los cantantes varoniles, con barbas, intelectuales o con pose de machos rudos, quedan opacados por cantantes con aspecto de niños inocentes y con grados escondidos de perversidad, pero remarcando tal carátula de “niños bonitos”, a estos estereotipos se les puede considerar muy bien como Lolitos. Aparecen mucho en el género del pop: Justin Bieber, Jonas Brothers, Drake Bell, One Direction, Big Time Rush, CD9, etcétera. Cantantes que se pueden ver más femeninos que las mismas groupies desvividas por ellos. Incluso con un porte muy diferente a las “Boy band” noventeras, puesto que hasta Backstreet boys o N´Sync, aún siendo niños bonitos, tenían una esencia más adulta que pubescentes.
Resulta que también en el mundo del rock está muy clavado dicho estereotipo con un toque más oscurón. Tan solo se verá con estos siete ejemplos claros: Andy Blersack, vocal de Black Veil Brides, Gerard Way, ex vocal de My Chermical Romance, en sus inicios, Jared Leto, actor y vocal de 30 Seconds to Mars, Patrick Stump, vocal de Fall Out Boys, Lauri Ylönen, vocal de The Rasmus, Brendon Urie y Ryan Ross, integrantes de Panic at the disco, Brian Morco, vocal de Placebo. Y como ellos hay muchos. Esta tendencia comienza a resaltar desde el 2000, se incrementó cuando comenzó el movimiento mal interpretado de los “emos”, hasta ahorita sigue presente en los géneros mencionados y llama la atención que hasta en algunas bandas de metal, el Lolito sirve como frontman de la banda. Los Lolitos crean un despertar erótico de fans, en su mayoría mujeres, dispuestas pagar lo que sea por sus mercancías o los boletos para sus conciertos. Sin embargo, un día estos músicos envejecen y sus representantes tienen que ver cómo cambiar el concepto de sus imágenes o tendrán que desaparecer. Casos como el de Jared Leto, Gerard Way o Ville Valo, vocal de HIM, al crecer y engordar, dejan de salir como niños con uniforme escolar, para adoptar una imagen más madura. Entonces, tanto El Lolito como La Lolita, se vuelven pasajeros.

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